Los lunes son lunes y no tienes ganas de demasiadas cosas, y quieres que el día pase rápido y que llegue pronto la hora de la cena, y tienes mucho sueño porque no has descansado lo suficiente el fin de semana, y además no te planificaste bien para la comida del lunes y te ha pillado el toro, bueno, o a lo mejor te ha pillado para la comida del martes…más o menos os estoy transcribiendo mis pensamientos de hoy lunes.
Así que como los lunes no estamos todavía preclaros y por supuesto no tenemos el espíritu del viernes, hoy os traigo al blog una receta de pasta super fácil.
Los galets son un tipo de pasta perfecta para rellenar que compré hace tiempo y de la que me quedaba un resto, justo la que utilicé para esta receta.
Si no tenéis o no encontráis este tipo de pasta pues nada, utilizad macarrones de toda la vida y los mezcláis con el relleno porque el sabor es el mismo, lo que pasa es que los galets así rellenos quedan tan monos…
Espero que con esta receta os haya simplificado culinariamente hablando el lunes y que tengáis una feliz semana.
Ingredientes:
20 galets
300 grs. de espinacas cocidas
Media cebolla
100 grs. de requesón
75 grs. de jamón serrano en taquitos
50 grs. de queso Roquefort
Pimienta negra molida
Una pizca de nuez moscada
3 cucharadas de aceite de oliva 
Sal
Queso parmesano rallado para gratinar
En primer lugar ponemos a cocer la pasta conforme diga el fabricante. Una vez cocida escurrimos y reservamos.
Mientras cuece la pasta podemos ir haciendo la verdura y para ello ponemos aceite en una sartén y sofreímos la cebolla hasta que esté blanda. Añadimos a continuación las espinacas y sofreímos durante unos cinco minutos hasta que veamos que han perdido casi toda el agua.
Añadimos a continuación un poco de sal, pimienta negra al gusto y una pizca de nuez moscada.
Por último incorporamos el jamón, el requesón y el queso Roquefort, mezclando bien todos los ingredientes para que queden ligados. Apartamos y reservamos.
Vamos rellenando los galets con el relleno ayudados de una cuchara pequeña y los vamos disponiendo en una fuente resistente al grill.
Echamos por encima queso parmesano rallado y ponemos la pasta a gratinar en el horno o en el micro si tiene esta opción hasta que veamos que el queso se derrite.
Apartamos y a comer.