El otro día me levanté con unas ganas terribles de un trozo de bizcocho pero como no tenía me aguanté las ganas y me comí una tostada de pan con aceite que suele ser mi desayuno habitual.
Tuve el bizcocho todo el día en la cabeza y venga run run con el bizcocho. Como estaba trabajando y hasta por la noche no llegué a casa pues iba dándole forma a lo que quería y finalmente el bizcocho deseado y anhelado después de mucho pensar fue uno que llevase especias de las que suelo echarle al te y cuya mezcla me encanta.
Así que cuando llegué por la noche a casa y antes de cambiarme de ropa y ponerme más cómoda me lancé hacia los ingredientes y me puse a hacer el ansiado bizcocho.
Lo hice pequeño porque no tenía muy claro si a mi marido le iba a gustar (parece que si porque el bizcocho va menguando) y el resultado es el que hoy os presento.
Es muy fácil de hacer y las especias le dan un toque diferente.
Y sí por fin al día siguiente tuve para desayunar este bizcocho sencillo y sin muchas pretensiones pero que mojado en el café con leche está riquísimo.
Ingredientes:
1 huevo
250 grs. de harina de fuerza
4 cucharadas colmadas de azúcar moreno
2 cucharadas colmadas de miel
125 grs. de mantequilla
1 sobre de levadura
200 ml. de leche entera o semi
Una pizca de genjibre fresco rallado
Una pizca de nuez moscada rallada
Las semillas de 7 vainas de cardamomo molidas o sin moler que fue como yo se las eché para írmelas encontrando
1 cucharadita rasa de canela
En primer lugar ponemos a calentar la leche con la miel y el azúcar hasta que veamos que se han disuelto. Apartamos y reservamos.
Batimos el huevo y añadimos poco a poco la leche que estará templada. Seguidamente añadimos la mantequilla derretida, mezclamos y echamos poco a poco la harina y la levadura hasta que veamos que está todo integrado.
Por último añadimos las especias.
Untamos de mantequilla un molde desmoldable y ponemos papel de horno vegetal en el fondo para que no se pegue el bizcocho, untando también el papel con mantequilla. Echamos la mezcla en el molde y lo metemos en el horno que tendremos ya precalentado, horneando a 180 grados con calor arriba y abajo durante unos 30 minutos.
Finalmente sacamos del horno y desmoldamos una vez frío o por lo menos templado si no podemos esperar.