Suelo hacer los bizcochos para mi casa los viernes por la noche porque es cuando normalmente estoy más tranquila, además de porque lo tendremos para los desayunos del fin de semana.
La semana pasada el elegido fue el que hoy os presento y lo hice con solo dos huevos porque no quería que quedara más de la cuenta después del fin de semana, no porque no nos lo comamos sino por tener un poco a raya los michelines.
El sábado para desayunar le dimos un buen repaso al bizcocho pero quedó suficiente para el desayuno del domingo, bueno eso pensaba, porque por la tarde vino mi hermano, mi cuñada y la pequeña Jimena a merendar y acabaron con las existencias, bueno todos menos Jimena que por ahora a sus tiernos tres meses de edad tan solo quiere leche de la teta de su mamá pero seguro que cuando sea más grande reclamará sus propias tartas y seguro que estaré encantada de hacérselas.
Así que entre un trocito por aquí y otro por allá cuando me quise dar cuenta no quedaban más que los dos trocitos de bizcocho que veis en la foto pero que creo son suficientes para que os hagáis una idea de lo bueno que está este bizcocho calado de almíbar y relleno de chocolate.
Y antes de pasar a la receta deciros que la idea para hacer este bizcocho la tuve cuando vi el maravilloso bizcocho que publicó Choni en su estupendo blog que podéis ver aquí. Vaya, esta es una versión libre pero que muy libre…en cuanto me compre el molde para hacer el bizcocho en la hornilla hago el de Choni.
Ingredientes:
2 huevos
Medio vaso de aceite de girasol
Medio vaso de leche
1 vaso de azúcar
1 vaso de harina de trigo
Medio vaso de Maicena (harina de maiz)
Medio sobre de levadura
1 pizca de sal
Media cucharadita de vainilla líquida
Ralladura de limón
Para el almíbar:
Medio vaso de agua
La mitad de medio vaso de licor, el que más os guste
2 cucharadas colmadas de azúcar
Nutella y la cantidad discrecional…yo por poco me cargo medio bote que tenía en casa
Comenzamos haciendo el bizcocho y para ello separamos las claras y las yemas de las huevos, montando las claras junto con la sal a punto de nieve firme. Reservamos.
Aparte batimos las yemas con el azúcar y después añadimos la leche, el aceite, la vainilla y la ralladura de limón.
A continuación añadimos las claras reservadas y mezclamos con movimientos envolventes para que no se baje la mezcla.
Por último añadimos las harinas y la levadura y mezclamos igualmente con movimientos envolventes.
Echamos la masa en el molde previamente untado con mantequilla, poniendo en la base papel de horno que a su vez untaremos igualmente con mantequilla. Espolvoreamos un par de cucharadas de azúcar por encima de la masa.
Metemos el molde en el horno precalentado y horneamos durante unos 20 o 25 minutos a 180º con calor arriba y abajo.
Pasado ese tiempo sacamos y esperamos que se enfríe mientras vamos preparando el almíbar para lo que solo tendremos que poner todos los ingredientes en un cazo y dejar que cueza durante unos 10 minutos hasta que veamos que el conjunto se reduce a la mitad. Apartamos y reservamos hasta que se enfríe.
Partimos el bizcocho en dos y mojamos con el almíbar la base, añadimos la nutella, tapamos con la otra parte del bizcocho y volvemos a mojar con el almíbar.

Ya solo nos queda comer y disfrutar.